"Influir en una persona es darle la propia alma, esa persona deja de pensar en sus propias ideas y de arder con sus pasiones. Sus virtudes dejan de ser virtudes,y sus pecados son prestados. Se convierte en eco de música de otro. En la actualidad las personas se tienen miedo, han olvidado el mayor de todos los deberes, lo que cada uno se debe así mismo. Dan de comer al hambriento y visten al desnudo, pero sus almas pasan hambre y ellos mismos y ellos mismos están desnudos. Nuestra raza ha dejado de tener valor, quizás no lo haya tenido nunca.
Sin embargo, si un hombre viviera su vida total y completa, si diera forma a todo pensamiento, realidad a todo sueño, creo que el mundo recibiría tal empujón de alegría que olvidaríamos total las enfermedades. Pero hasta el más valiente de nosotros tiene miedo de sí mismo, se nos castiga por nuestras negativas, que el cuerpo peque una vez y se habrá librado de pecado, porque la acción es un modo de purificación. La única manera de librarse de la tentación, es cayendo en ella, si se resiste, el alma se enferma anhelando lo que ella misma se ha prohibido, deseando lo que sus leyes monstruosas han hecho monstruoso e ilegal.
Se ha dicho que los grandes acontecimientos del mundo sucede en el cerebro, es también en el cerebro, y sólo en el cerebro donde se cometen los más grandes pecados." - Oscar Wilde (1890).
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